¿No os pasa alguna vez que aunque hay sitios que tienen buena pinta y que siempre te aparecen en las búsquedas y demás, te da como pereza ir?
Pues eso me pasaba a mi con este restaurante. Tal vez por el hecho de ver que tenía tantas opiniones y que siempre estaba con descuentos bastante considerables, no me decidía a ir a probarlo. Pero ese momento llegó… y fuimos a conocer el Zen Market (Estadio Santiago Bernabéu (puerta 20-22) Avda. Concha Espina 1, 28036 Madrid).
Por supuesto hicimos la reserva a través de El Tenedor, ya que siempre lo había visto con buenos descuentos y en esta ocasión lo reservamos con un 40% de descuento en carta.
Un local espectacular en un entorno… cuanto menos curioso. Ubicado en el Estadio Santiago Bernabéu, tiene parte del restaurante con vistas al propio campo de fútbol. Es un local muy grande, con decoración que no te deja indiferente y una legión de empleados para atender. La carta se basa principalmente en platos asiáticos, con toques japoneses, chinos, tailandeses… una gran variedad sin duda.
Ahora os pasamos a detallar por qué platos nos decidimos en esta visita.
Todos los platos los pedimos para compartir, y dentro de la carta encontramos varias opciones de rollitos, con lo que nos decantamos por unos rollitos de pato crujiente, ya que el resto de variedades nos parecían más «vulgares».
Los rollitos nos parecieron que estaban ricos, bien fritos, crujientes, con una salsa espesa y potente, aunque se echaba de menos más sabor a pato.
Nuestra siguiente elección fue el plato de Tempura de gambas y salsa cremosa. El camarero nos comentó que se trataba de un plato «frío», más tipo ensalada, pero aún así teníamos curiosidad por probarlo.
Se trataba de una base de rúcula con unas gambas en tempura y una salsa de estilo agridulce. Las gambas estaban buenas, aunque no las pusieron enteras sino troceadas y estaban templadas. El conjunto no estaba mal, bastante correcto.
En la carta también encontramos bastantes platos a base de sushi o pescado crudo, por lo que quisimos probar alguno de ellos.
Pedimos el crunchy spicy maki, que se trataba de un uramaki elaborado con salmón y mango. Nos defraudó bastante, ya que el pescado estaba muy frío, tenía excesiva cantidad de salsa (que además no picaba nada) con lo que no se apreciaba el sabor del salmón En definitiva, ni crunchy ni spicy y bañado en salsa… totalmente prescindible.
El otro plato que escogimos de la parte de carta basada en sushi fue el Tartar de atún y caviar tobiko. Otra decepción… trozos grandes de atún mal cortados (tirabas de uno y te llevabas medio tartar), con la misma salsa que encontramos en el maki y que no aportaba nada interesante al plato. Al contrario, el sabor de la salsa restaba los matices de sabor que puedes encontrar en el tartar.
Todo ello unido a una presentación que dejaba mucho que desear (a la imagen me remito). Una pena, ya que ciertos detalles son muy fáciles de solventar e incrementarían mucho la calidad del plato.
El último plato que decidimos probar para compartir fue un Pad thai salteado con langostinos. Por lo general es un plato que suele gustarnos bastante por lo que quisimos comprobar qué tal lo hacían.
En este caso, la pasta estaba buena, estaba bien cocida, con verduritas bien hechas y exactamente 3 langostinos… Se echaba en falta el crujiente de los cacahuetes (o estaban muy picados, o no conseguimos ver ninguno). Un plato algo más correcto que los anteriores pero sin ningún punto destacable.
Para finalizar quisimos probar algún postre para compartir también.
En este caso nos decantamos por el chocolate y pedimos el Coulant de chocolate.
En primer lugar nos pareció un postre carísimo* para la cantidad y calidad del plato. Un coulant normalito que podrías encontrar en cualquier local con una presentación regulera. Lo de poner el helado sobre el coulant no nos pareció muy buena idea ya que enfría el postre que debe estar calentito y con un interior líquido y en este caso se destrozaba por el peso del helado y se perdía la gracia.
*7.50€ por un postre normal cuando en un sitio como «La Cabra» (con 1 estrella michelín) encontramos un postre espectacular por 8€…
En conclusión, un restaurante curioso, con una gran decoración y muy amplio, y que ofrece habitualmente buenos descuentos al reservar a través de El tenedor (nosotros fuimos con un 40% de descuento en carta), pero que se nos queda flojo en cuanto a la calidad y elaboración de los platos. Probablemente no repetiremos habiendo tantas opciones disponibles que lo superan, pero tampoco lo desaconsejamos si quieres probar un sitio curioso o si eres muy fan del Real Madrid y te hace ilusión comer con vistas al campo de fútbol 😉
Valoración:
- Cocina: 6.5 / 10
- Ambiente: 9 / 10
- Precio: 35-40 € / persona (sin contar descuentos o bebida)
caramelo de wasabi 
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